011 4806 1119

Pacheco de Melo 1827, P.5º

C.A.B.A. | Argentina

No dejes pasar tu vida, sin ser Protagonista

A los 16 y 17 años cursaba mis últimos años del colegio secundario. Como rasgo de personalidad, todos tenemos una cuota de timidez en alguna situación como por ejemplo hablar en público. Algunos somos más introvertidos y otros más bien extrovertidos.

Me costaba hablar o responder ante mis compañeros en tono elevado de voz por temor a la equivocación mientras manifestaba síntomas de ruborizaciòn. Notaba por aquel entonces que algo no estaba bien y deseaba expresarme con más soltura y sin prejuicios. Pasó el tiempo y comencé mi cursada universitaria en donde lo nuevo y desconocido acentuaba mis temores.

Lentamente mis síntomas se transformaron en sudoración en axilas y luego se extendió hacia mi rostro. Esto ocurría irracionalmente (sin explicación ni motivo alguno), a veces sí y a veces no dependiendo el grado de vergüenza que me generaba el contacto con alguien y la presencia de terceros. Uno siente que sus palabras, pensamientos y movimientos están siendo evaluados por los demás y que sus síntomas son visualizados y juzgados, empeorando aún más el cuadro.

Ante estos pensamientos negativos, uno comienza a aislarse socialmente y huir de estas situaciones porque no desea mostrar defectos.

Aproximadamente a los 21 años mi madre estaba al tanto de mi realidad y me dio a conocer una charla explicativa que en un programa de TV presentaba el Licenciado Gustavo Bustamante sobre trastornos de ansiedad y fobias.

Luego concurrí a una charla pública informativa para aprender más sobre ello sabiendo que yo padecía de estos problemas. Con micrófono en mano, impuesto por el Licenciado Gustavo, brindé mi testimonio a los muchos oyentes presentes en la sala y resultó que me sentí muy cómodo y relajado.


Posteriormente asistí a mi primer consulta con Bustamante quién me proporcionó un panorama muy certero sobre el problema. Fue así que me convencí de que debía comenzar el tratamiento en el año 2001.

Durante 9 años consulté y realicé tratamientos de corto plazo con profesionales de la psiquiatría recibiendo medicación sin análisis previos, y sin resultados favorables (ejemplo: yo “tengo este problema doctor”, profesional “bueno, tomà esto y venì a verme en un tiempo”). Me cansaba y suspendía todo.

A los 30 años se presentaron con más frecuencia los síntomas de sudoración. Comencé a evitar muchas situaciones aislándome dentro de mi casa hasta el punto de huir de una cena de amigos apenas entrado al restaurante (mi rostro era una catarata). Cuando estos problemas afectan el curso de una vida normal ya es serio, por eso decidí que era el momento de recurrir a la Fundación Fobia Club.

Si bien mi problema fue diagnosticado como leve, fue muy importante para mí reconocerlo, aceptarlo y tratarlo.

Hoy me arrepiento haber empezado el tratamiento 10 años después de reconocido el trastorno porque hubiera podido disfrutar de la vida de diferente forma. También encuentro respuestas para muchas preguntas sobre mi actualidad, por ejemplo, nunca tuve novia (evitación).

En abril de este 2010 tomé la decisión por mí mismo con el apoyo de mis familiares de iniciar el cambio. El cambio de pensamientos negativos por positivos es fundamental y en la Fundación aprendès a utilizar las armas que todos tenemos para enfrentar las situaciones que nos perturban.
Me siento muy bien


Entonces:
– No dejes pasar tu vida sin ser el protagonista.
– Sé racional para reconocer que tenès un problema, eso es un alto porcentaje de solución (“no estoy bien”, “me estoy aislando”, “ya no salgo a ningún lado”, “algo está mal”).
– No pierdas demasiado tiempo ya que la vida es corta (los años se van y nunca más vuelven).
– Comenzà el cambio y entenderás el abismo de diferencia que existe entre sentirse bien y sentirse mal y sólo.
– Realizà las actividades que te gusta hacer (yo recuperé mis clases de inglés después de 12 años por haber sudado en demasía frente a mi profesora y compañeros sin mencionar que amo ese idioma y que ella me decía “que buena pronunciación tenès”; no falto a mis clases de pintura artística que es parte de mi vida; etc.)
– Todo esto te mantendrá vivo y activo frente a la vida. La pasividad se la dejamos a las plantas para que vean cómo nosotros disfrutamos del presente.
– El cambio está a tu alcance, ADOPTALO!!!